Está claro que haber abierto este blog crea un antes y un después si hablamos de mi instinto maternal.
Nunca había estado dándole tantas vueltas. Y lo cierto, es que ando en una etapa de mi vida en que ando dándole vueltas a muchas cosas.

Como bien dije el 28 de Enero, día en que hicimos " 7 Temporadas" mi chico y yo. Esta iba a ser la temporada crucial en nuestra relación.
El compartir un hogar propio próximamente, la posibilidad de ser padres ... tantos y tantas experiencias nuevas que nos quedan por vivir.
Es normal que la cabeza me vaya a mil por hora pensando si las direcciones que tomo serán las correctas.

La ilusión está más que instalada en nuestras vidas y es una etapa preciosa por la que estamos pasando. Y claro... toda esa felicidad extra hace que te enganche y la quieras multiplicar x1000 si se pudiese.

Ya que te imaginas en tu nueva casa, es imposible no pensar en la llegada de un bebé. En si la casa será la idónea para una familia, si es un buen barrio, colegios y guardes cercanos...
Miras la habitación principal y automáticamente buscas el hueco para la cunita y sonries como boba pensando " ahí queda perfecta"

Lo que me atormenta ahora , es que no sé si me he decidido al 100% por la casa que queremos comprar porque verdaderamente es la mejor opción o simplemente porque me han dado unas ganas terribles de verme ahí con mi futura familia.
Me da mucho miedo precipitarme, pues una casa no es algo que se compra todos los días, y las hipotecas, no son algo que se pagan en 10 años ¡ y a por otra!

Sea lo que sea, es uno de los pasos más importantes que voy a tomar en mi vida. Y creo que ya puedo decir que tengo más que claro, que después de un paso, va a seguirle el otro paso inmediatamente.

Creo que sí, que lo tengo decidido... ¡Pronto lo intentaremos!